lunes, 3 de marzo de 2014

MÁS TÍTULOS DE LUCINDA GRAY


  • LADY ANA CON AMOR

 Al descubrir que tiene una familia y la está buscando, Ana, quien se creía huérfana hasta ese momento, parte de España en dirección a Londres para encontrarse con su destino.










  • MI SEÑOR DE TAFALLA


Leovigildo, Conde De Luna, lleva viudo pocos años pero arrastra una gran amargura. Su difunta esposa lo repudió en su lecho de muerte tras un cruento parto, echándole la culpa de su desgracia. Desde entonces hizo como si su hijo recién nacido no existiese para él, dejándolo al cuidado de su madre, la Condesa viuda, quien se había casado nuevamente con Alonso de Aguilar, mientras él se fraguaba su fama de temible en la batalla y brazo derecho de la Reina.
Isidora huye de su hogar en Guadalajara dirección a Tafalla, Navarra, donde reside su padre. Debe mantener oculta su identidad mientras se esclarece el intento de asesinato de un joven noble y del que ella es la principal sospechosa, todo ello siguiendo los consejos de su padre y su nueva madrastra, quienes la dejan en Tafalla mientras se dirigen a Guadalajara a interesarse por el caso.
Por caprichos del destino el primer encuentro entre Isidora y Leo no empieza con buen pie. El Conde la toma por una enemiga que intenta secuestrar a su hijo y la apresa encerrándola en una mazmorra donde la obliga a pasar una noche entera a pesar de que los habitantes del Castillo le aseguran que es la nueva dama de compañía de Doña Elvira, su madre. Desde ese momento, se producen una serie de acontecimientos y situaciones que llevan a Leo a creer que Isidora no es más que una sierva con ínfulas de señora, no sospecha que es la hija bastarda de su padrastro ni la presunta culpable de que su amigo se esté debatiendo entre la vida y la muerte. Isidora en todo momento oculta su identidad a Leo por temor a la reacción de éste y a que la entregue a la justicia sin darle la oportunidad de defenderse.
Sin quererlo se van fijando el uno en el otro, Isidora, por querer obligarlo a acercarse a su hijo y, Leo, por querer llevársela a la cama a pesar de las negativas de la joven. Finalmente se descubre la identidad de Isidora y será Leo quien deberá impartir la justicia real en un proceso donde todo apunta a que Isidora es culpable.


  • SIEMPRE LIBERADA (SEMPRE LIBERA)

 Gades es la esclava del romano que asoló su ciudad, del hombre que asesinó a sus amigos, familiares

Marco Valerio, de origen plebeyo, regresa a casa convertido en Pretor. Después de incontables hazañas en el campo de batalla, de conquistar nuevos territorios y hacerse un hueco entre la clase patricia, decide tomarse un tiempo de descanso en busca de un poco de paz y tranquilidad. Sin embargo los dioses parecen divertirse mucho con él, al hacerlo desear con una intensidad desconocida a una de las esclavas hispanas que no recordaba tenía en su casa y que ha intentado asesinarlo.

Surge entre ellos una extraña relación de amo y esclava, hombre y mujer, enemigo contra enemigo. Desde un primer momento él le hace ver que tiene el poder absoluto sobre su cuerpo y su persona, aunque ella no se lo pone fácil, y a pesar de tener que someterse a los deseos del romano, siempre consigue hacer algo que le proporciona una pequeña victoria entre esa lucha de voluntades. Algo inesperado hace que se vea obligado a libertarla pese a que su corazón se niega a dejarla marchar.

En pleno s.II a.C., con la primera revuelta de esclavos como telón de fondo, esta es la historia de un pretor romano, una esclava hispana, un amor y un odio, de Marco y de Gades. Destinados a amarse, condenados a enfrentarse.
y conocidos. Ella odia a su dueño a pesar de que nunca ha sufrido malos tratos por parte de este, quien la dejó al cuidado del vilicus de la villa, un anciano liberto llamado Orseis, quien se hizo cargo de ella y la pequeña Claudia, a la cual Gades se siente obligada a proteger.



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